Monterrey, Nuevo León.- Una mujer desató ayer un drama de 13 horas que tuvo a la ciudad en vilo, al robar por la mañana a un niño de dos días de nacido del área de cunas del Hospital Metropolitano, cerca de la medianoche la mujer se entregó –bebé en brazos–.
El niño, quien se llamaría Ricardo y al que ahora, después de la increíble historia de este lunes, sus padres le añadirán De Jesús, fue sustraído por una mujer que, aprovechando las deficientes medidas de seguridad en el hospital, logró llegar al sexto piso e ingresar a los cuneros haciéndose pasar por una tía.
Es la segunda vez en menos de cuatro años en que un menor es robado de este hospital, administrado por el Gobierno estatal.
La mujer, de unos 40 años, de quien no se proporcionaron más datos pues hasta las primeras horas de hoy no había sido puesta a disposición del Ministerio Público, se entregó cerca de las 23:30 horas en unas instalaciones de la Policía Ministerial, a donde acudió con el menor.
De acuerdo con las primeras investigaciones, la presunta secuestradora actuó sola. De manera extraoficial trascendió que la primera versión que dio a las autoridades fue que robó al bebé porque “unas voces” le indicaron que tenía que llevarse a un niño, sin explicar el motivo.
Una vez que se entregó, arribaron a las instalaciones de la Policía Ministerial enfermeras del Hospital Metropolitano para revisar al bebé, quien se encontraba en buen estado. Ricardito fue entregado a su papá a la 1:30 horas de hoy en el hospital.
Según los primeros reportes, la mujer ya había acudido el domingo a visitar al niño en los cuneros, en el sexto piso del hospital, presentándose como su tía e, incluso, le permitieron cambiarle el pañal. Ayer, la mujer regresó a la hora de visitas, como a las 11:00 horas, y se llevó al niño, aparentemente durante una distracción de las enfermeras.
Al momento del robo, la madre del menor, Isabel Hernández Alfonso, estaba siendo operada y fue hasta que llegó a su cuarto, el número 645, y que pidió ver a su hijo, cerca de las 12:00 horas, cuando la familia se dio cuenta de que lo habían robado.
Tras los hechos, el Gobierno estatal activó el Código Amber y, cerca de las 19:15 horas, proporcionó un retrato hablado de la sospechosa y una escueta ficha informativa con su descripción y la del recién nacido, buscando que la ciudadanía colaborara en su localización.
Al reportarse el robo del infante, llegaron al hospital, elementos de Fuerza Civil, de la Policía Ministerial y de la Policía de San Nicolás. El acceso fue restringido por unas tres horas y sólo se permitió salir a las personas previa revisión.
Aunque el área de cuneros del hospital cuenta con cámaras de circuito cerrado, éstas no registraron el secuestro porque se encuentran descompuestas, informó una fuente de la Procuraduría del Estado.
Sin embargo, Javier Flores, Subprocurador de Ministerios Públicos de la Procuraduría de Justicia estatal, dijo anoche, horas antes de que la mujer se entregara, que la Agencia Estatal de Investigaciones estaba analizando videos que fueron captados en otras áreas del hospital, así como recabando datos.
Horas después de que el bebé fue robado, vigilantes y personal de la Agencia Estatal de Investigaciones revisaron los videos del día anterior identificando a la mujer como la responsable. La búsqueda concluyó una vez que la mujer se entregó a las autoridades.
La presunta responsable será analizada psicológicamente y quedó a disposición del Ministerio Público en calidad de detenida. Según fuentes, la ley establece que si el responsable del delito se presenta durante los tres días posteriores, cuenta con beneficios legales, sobre todo si el bebé está en buenas condiciones.
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