Distrito Federal.- Durante cuatro días, los vecinos del edificio “C” de la Unidad Habitacional San Juanico, localizada en la calle Lago de la colonia Pensil Norte, delegación Miguel Hidalgo, usaron el agua de la cisterna sin saber que en su interior había un cadáver.
El cuerpo era de una mujer que habitaba uno de esos departamentos y quien al parecer fue asesinada por una de sus vecinas, con la que discutía constantemente por las reglas y forma de administración del inmueble.
Los familiares de la victima la habían buscado en varios sitios, sin saber que su cuerpo estaba oculto en el depósito de agua.
Pero el 4 de mayo pasado, un sobrino y la madre de la víctima abrieron la cisterna de la Unidad Habitacional para verificar si aún había agua y en el fondo alcanzaron a ver una mano que salía de una bolsa de plástico negra. Era el cuerpo de su familiar, Alma Rosa Sánchez Ramírez.
Los hechos sucedieron el pasado 30 de abril, alrededor de las 10:30 horas, cuando Marcela Josefina Hernández Reyes abrió la puerta de su departamento -ubicado en la planta baja del edificio- para sacar una bolsa con basura y se encontró de frente con su vecina Alma Rosa, con quien tenía problemas.
Apenas se vieron, Alma Rosa le reclamó que no hubiera atendido un citatorio que tenía en el juzgado cívico por un pleito que tuvieron días antes, todo esto mientras la insultaba. Marcela Josefina, quien preparaba su mudanza para cambiarse de edificio ante los constantes problemas, respondió el insulto con otros más.
Según la declaración de Marcela Josefina, cuando se dio la vuelta para entrar a su vivienda Alma Rosa la jaló del cabello. Forcejearon y terminaron al interior de su departamento, la puerta, según la probable responsable, se cerró sola.
Mientras se jaloneaban Alma Rosa supuestamente tomó un cuchillo que estaba sobre un mueble; Marcela Josefina tomó un martillo y le dio dos golpes a su oponente, uno de ellos en la cabeza. Posteriormente le quitó el cuchillo y la lesionó en varias ocasiones.
Al ver que Alma Rosa ya no se movía, tomó unas bolsas negras grandes que se usan para la basura y metió ahí el cuerpo. Después lo selló con cinta canela y arrastró el cadáver hasta la cisterna que está en el patio y la arrojó a su interior.
Al regresar a su casa limpió todo y continuó preparando su mudanza.
Al día siguiente abandonó el edificio junto con sus tres hijos menores de edad.
El 5 de mayo, un día después del hallazgo del cuerpo de Alma Rosa, salieron de la ciudad de México rumbo a Campeche en busca de un conocido. Como no lo encontró, Marcela Josefina viajó a Torreón, Coahuila, donde tenía familiares.
Los primeros reportes señalaban que la víctima, tenía problemas con Marcela Josefina, por lo que al continuar con las pesquisas, la inculpada fue ubicada en Torreón, por lo que a través del oficio de colaboración con autoridades ministeriales del estado de Coahuila, fue detenida el pasado 9 de mayo y trasladada a la ciudad de México donde confesó su delito.
Marcela Josefina fue consignada al Centro Femenil de Readaptación Social de Santa Martha Acatitla, acusada de feminicidio, informó la Procuraduría capitalina.
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