Naucalpan, Estado de México.- “Ya me chingué al primero, quién más se quiere morir”, gritó un asaltante luego de asesinar a un hombre que viajaba a bordo de un camión de pasajeros que circulaba por calles del municipio de Naucalpan. El homicidio sirvió para intimidar al resto de los usuarios quienes terminaron por entregar sus pertenencias.
Según los compañeros de viaje del hoy occiso identificado como Tomás Tavera, fue al azar como el hampón eligió a su víctima, pues sin mediar palabra, con un disparo en la cabeza terminó con su vida e interrumpió el camino del hombre que se dirigía a su jornada de trabajo como empleado de limpieza en el gobierno municipal.
Fue poco después de las 5:30 de la mañana de ayer, cuando en la zona conocida como Mazatla, dos hombres abordaron el autobús con número de Económico 700 de la línea México-Tacuba, Huixquilucan y Anexas, que salió del Municipio de Jilotzingo, para dirigirse al Metro Toreo.
Los ladrones se hicieron pasar por usuarios del transporte e incluso pagaron la cuota del viaje. Luego se sentaron e hicieron el recorrido por la carretera Naucalpan-Toluca más de 20 minutos; sin embargo, después de pasar la caseta de Chamapa, ambos se levantaron de los asientos que ocupaban.
Según testigos, antes de amenazar a sus víctimas, uno de ellos accionó una pistola al menos en tres ocasiones: un impacto dio en el parabrisas de la unidad, otro en el medallón y el último fue el que le arrebató la vida a Tomás Tavera.
Tras el crimen, los agresores gritaron a los demás pasajeros que si no querían que les pasara lo mismo entregaran sus pertenencias. Sin que el camión se detuviera, los pistoleros consumaron el atraco, hasta que en el paraje conocido como El Capulín pidieron al conductor que se orillara para descender de la unidad.
Luego de que los asaltantes se dieron a la fuga, el operador siguió su camino y se incorporó a la avenida Luis Donaldo Colosio, en dirección al Distrito Federal, pero antes de llegar al entronque con la avenida 1° de Mayo solicitó ayuda a uniformados de la Policía Municipal de Naucalpan que patrullaban la zona.
En ese sitio descendieron los ocupantes del autobús, entre ellos un hombre con el que viajaba Tomás y quien comentó que ambos procedían de Santa Ana Jilotzingo.
Mientras el cuerpo de la víctima yacía en el interior del autobús con un balazo de un arma calibre 9 milímetros en la cabeza, el otro obrero acudió al ayuntamiento de Naucalpan y narró a sus amigos del área de Limpias y Transportes del gobierno municipal lo que había ocurrido, por lo que de inmediato se notificó a la familia de la víctima.
Hasta el lugar llegó la esposa de Tomás, quien refirió que su cónyuge recientemente había cumplido 29 años y era papá de dos pequeños. Sus restos fueron llevados al Centro De Justicia de Naucalpan, donde se inició lacarpeta de investigación correspondiente por el delito de homicidio.
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