Quintana Roo.- En un día, tres pequeñas de 12, nueve y siete años de edad se quedaron sin madre y padre, después de que éste asesinara a martillazos a su esposa porque le pidió el divorcio. Después de haber cometido el crimen, el hombre escribió un mensaje en la pared, con pintura roja, en el cual indicó que la había matado por ser infiel.
El presunto asesino, identificado como Jesús Antonio Pasos Pérez, fue detenido por la Policía Judicial en un domicilio ubicado en la región 225, donde se mantenía escondido, en su declaración ante el Ministerio Público detalló cómo y los motivos que lo orillaron a asesinar a su esposa Ana Laura Marín Espinoza, de 30 años de edad.
Pasos Pérez declaró que todo comenzó el lunes 8 de julio, un día que parecía normal para él, dijo que llegó a su casa alrededor de las 18:45 horas, después de un día de trabajo como repartidor de botanas, y que Ana Laura, su esposa, quien trabajaba de camarista en una zona residencial de la zona hotelera de Cancún, ya lo esperaba con la cena lista.
Mencionó que al estar reunidos en la mesa, ellos y sus tres hijas, Ana Laura hace un inesperado anuncio… “Esta es la última noche que su papá cena con nosotros, nos vamos a divorciar porque ya no lo amo”. Atónito, Jesús Antonio se quedó sin palabras, al igual que las niñas, quienes no preguntaron nada, solo terminaron de cenar y se retiraron a jugar.
Alrededor de las 10 de la noche, Jesús Antonio dijo que todos se fueron a sus respectivos cuartos a dormir, ya en la recámara, él la cuestionó sobre lo que les había dicho en la mesa, fue cuando su mujer le confesó que tenía otra relación amorosa y que ya no sentía nada por él, que se le había acabado el amor y que quería el divorcio.
Tras la confesión comenzaron a discutir, pero finalmente terminaron la pelea y durmieron juntos, como solían hacerlo. A la mañana siguiente, despertaron como todos los días, con la televisión que tenían programada para que prendiera a las 5:00 am. Antonio dijo que su esposa despertó, pero que no se levantó de la cama.
Dijo que él le insistía que la amaba y que no quería que su relación terminara, pero ella se mantuvo firme en su decisión de dejarlo, fue entonces que en un ataque de ira, tomó un martillo que estaba en el piso y la golpeó con el objeto varias veces en la cabeza, hasta que vio que sus ojos se cerraron y se dio cuenta que ya estaba muerta.
Cuando observó la sangrienta escena, Antonio le colocó dos almohadas en la cara y fue por una soga y un bote de pintura, con el cual escribió un mensaje en la pared de la recamara para explicar el motivo por el que la había matado… “Esto le pasó por andar de puta” (sic).
Después de escribir el texto, colocó un extremo de la soga en el hamaquero y el otro alrededor de su cuello con la intención de suicidarse, y se colgó por tres segundos, pero la soga reventó, por lo que decidió salir de la casa y huir.
El hallazgo del cadáver fue reportado al Servicio de Emergencias 066, alrededor de las 9:00 horas de ese martes, cuando el abuelo paterno de las menores, descubrió el cuerpo sin vida de Ana Laura, cuando pasó al domicilio de su hijo y nuera, para ver cómo estaban sus nietas.
Preguntó a sus nietas sobre el paradero de su madre y le dijeron que estaba en la habitación de atrás, por lo que al acudir a verla la encontró sin vida, acostada en una cama, con dos almohadas en su cabeza manchadas de sangre, además de un mensaje con letras rojas en la pared.
El hombre reconoció ante las autoridades que seguramente su hijo Jesús Antonio fue quien había asesinado a su nuera Ana Laura, ya que sabía que ésta tenía problemas desde tiempo atrás con su hijo, por lo que tenían constantemente fuertes discusiones. Así que los elementos policiacos se dieron a la tarea de ubicarlo.
Horas después, Jesús Antonio Pasos Pérez fue ubicado y detenido por elementos de la Policía Judicial quienes lo pusieron a disposición del Ministerio Público donde confesó el crimen y ahora está en espera de que el juez correspondiente gire una orden de aprehensión por el delito de homicidio.
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