Lucía se defendió: Un solo golpe terminó con la vida de su esposo

NOTA Y FOTO DE ''LA  POLICIACA''

Pachuca de Soto.- Cuando Sergio y Lucía juntaron sus vidas pensaron que sería para siempre, pensaron que el amor que emanaba de uno hacia el otro sería más que suficiente para afrontar todo, comosucede en las novelas; pero al final, el dolor de la realidad resultó ser más fuerte, lo que pocas veces se llega a ver en los melodramas.

Un día Lucía fue detenida por la policía como la presunta responsable de la muerte de su marido (Sergio), quien fue hallado totalmente despedazado en el interior de un tambo relleno de concreto para intentar esconder el cuerpo, según contó la propia mujer al rendir su declaración ante el Ministerio Público.

El arresto de la esposa de Sergio pudo haber sido el crimen perfecto a no ser por la inocencia de sus dos hijos de al menos ocho años, quienes aseguraron presenciaron parte del crimen y delataron a su madre ante las autoridades.

La sensación del remordimiento al saber de un crimen, siempre es una constante en la conciencia de las personas y una inmensa carga para dos menores de edad quienes sabían y percataron del crimen cometido por su madre.

Aquel día los dos menores no aguantaron más y solos acudieron a la policía a narrar lo que había sucedido entre sus padres apenas unos días antes cuando discutieron.

Sin rodeos y con toda la franqueza de un niño acusaron directamente a su madre de haber matado a su padre y mantener su cadáver dentro de un tambo relleno con concreto, algo a lo que los policías no daban crédito, por lo que decidieron investigar.

La policía decidió llamar a la madre de los menores bajo el pretexto de que ambos menores habían incurrido en una falta y era necesaria su presencia en la comandancia.

En la comandancia, los agentes preguntaron a Lucía por la ubicación de Sergio quien tendría que acudir a la policía para que les fueran entregados los dos menores y pudieran retirarse.

Lucía explicó que era imposible que su esposo acudiera, pues trabajaba lejos y no podría acudir, sin embargo en sus palabras existía nerviosismo y temblaba al hablar, lo que levantó sospechas entre los policías.

Al volver a preguntar, Lucía caía una y otra vez en contradicciones, hasta que cansada de mentir confesó el crimen, dijo que había matado a su esposo por que la trataba mal, en poco más de nueve años de vivir juntos, las golpizas y enojos de Sergio eran insoportables y un día cuando su esposo intentó golpearla, ella se defendió y lo mató.

Lucía explicó que un golpe en la cabeza fue más que suficiente para quitarle la vida con quien había procreado dos hijos, los mismos que la delataron ante la policía y a quienes advirtió no decir nada del homicidio.

Una vez tendido el cuerpo en la casa de la vecindad donde habitaban, era necesario deshacerse del cadáver, pero resultaba imposible sacar los restos sin que los vecinos se percataran del asesinato, por lo que de una vez decidió destazar a Sergio, cortar los brazos, piernas cabeza y tórax para trasladarlos de un lugar a otro más fácil, sin embargo optó por colocar los restos de su marido y al mismo tiempo rellenarlo con concreto y posteriormente ingresarlo en la habitación donde mantenía a sus aves para así confundir el olor putrefactodel cadáver con el olor de los desechos de las mascotas.

Por más de tres días los restos de Sergio permanecieron ahí, ocultos entre los pájaros y aunque el olor a muerte era penetrante, los vecinos confundieron la muerte de Sergio con el de los desechos de las aves, hasta que dos menores delataron a su madre por el asesinato.