foto y texto ''LA POLICIACA
Distrito Federal.- La deuda económica que Édgar tenía pendiente le fue cobrada con su propia vida cuando llegaba a su domicilio en Nezahualcóyotl.
Como todos los días desde hace más de tres años, Édgar Carreño Acosta, de 22 años, inició su jornadade trabajo como taxista. Cubría en su auto Pointer la ruta que corre del metro Impulsora a La Bola.
La tarde de ayer, Carreño Acosta interrumpió su trabajo y condujo a su casa ubicada en el número 22 de la calle Corralejo, colonia La Impulsora. Ahí lo esperaban para comer sus hijas, su pareja y su mamá.
La víctima estacionó frente a su domicilio y antes de entrar decidió “darle un trapazo” a su vehículo. Después de algunos minutos entró a su casa por algunas herramientas. Sin embargo, fue sorprendido presuntamente por un familiar, acompañado de otro sujeto, quien le cobró el dinero que le debía meses atrás.
El pago de la deuda generó una discusión, que después derivó en golpes y forcejeo, por lo que su pariente sacó un arma de fuego.
El arma fue accionada y un primer tiro dio en el cuerpo de Édgar. Herido fue arrastrado hacia la calle para quedar en medio del arroyo vehicular. Al escuchar los gritos y disparos, la pareja de Édgar, con su hija en brazos y la mamá de éste salieron para ver cómo el joven era rematado.
El presunto homicida y su acompañante escaparon en una camioneta. “Levántate, vamos a comer”, le gritaba su mamá. “Édgar levántate, él está dormido, se va a levantar”, sollozaba su hermana Karen, mientras ambas abrazaban el cadáver de Édgar.
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