El hombre dijo que asesinó a su pareja cansado de sus infidelidades y que no se arrepiente de haberlo hecho
Mérida, Yucatán.- “No estoy arrepentido y pagaré mi culpa ante la ley del hombre y de la sociedad”, declaró Joaquín Baños Pérez, quien fue detenido acusado de asesinar de 16 cuchilladas a su pareja, Prudencia Poot Can, al argumentar que la mujer lo humillaba constantemente y le “presumía” que andaba con otro hombre.
El inculpado, de oficio trailero, fue presentado ayer detrás de las rejillas de prácticas del Juzgado Sexto Penal, donde será procesado por el delito de homicidio calificado.
Desde un principio, el hombre aceptó su culpa. En su declaración preparatoria dijo: “Yo cometí el homicidio”. Y así narró su encuentro y relación con Prudencia, de 48 años, que tuvo trágico final:
“Hace año y medio conocí a la dama y en esa ocasión le dije que era una gran mujer y me agradaba. Hace siete meses volví a verla y empezamos a vivir en amasiato, pero antes le pregunté si tenía esposo y me contestó que no, que no vivía con nadie y que tampoco la visitaba algún amigo. Ese mismo día se quedó a dormir en mi casa y vivimos tres meses muy agradables”.
Pero, apareció el ‘otro’
“Para el cuarto mes –siguió relatando ante el juez Manuel Jesús Soberanis Ramírez– la encontré en la puerta de la casa en el coche de un caballero; dijo que el sujeto se llamaba Manuel y que trabaja en una agencia de autos usados, pero noté que había algo entre ellos, por lo que le reclamé y peleamos ese día.
“Quince o veinte días después la encontré enfrente de la casa, en el mismo coche azul, con el tal Manuel y la confronté, no negó que tenía algo qué ver con ese tipo y me dijo: ‘Como me quieres demasiado no podrás hacerme daño y por eso tienes que soportarme’.
“A fines de marzo –prosiguió– llegué de viaje, me dio de comer, nos pusimos a ver películas hasta la una de la madrugada y sostuvimos relaciones sexuales. De pronto sonó su teléfono y enseguida supe que era Manuel, y le pregunté por qué hacía eso si yo la quería demasiado, y de nuevo me dijo: ‘Tienes que soportarme porque soy así’. Y ya no seguí discutiendo.
“El 7 de abril, como a la 1:15 de la tarde, sonó el teléfono y ella me dijo que era Manuel, quien estacionó su carro a la puerta de la casa y se la llevó. La devolvió a las nueve de la noche sin más ni más. Las afrentas continuaron del mismo modo”, señaló Joaquín Baños.
“Ya conociste mi lado bueno y en este momento conocerás mi lado malo”
“El día 12 (de abril), acababa de llegar de viaje y me dijo: ‘Te voy a dar de comer, pero antes mírame, acabo de salir del baño porque acabo de acostarme con el otro’.
“Burlonamente tomó un cuchillo y me dijo: ‘Mira, ahí está el cuchillo, pero como me quieres demasiado no me harías daño’. Y en ese momento le quité el cuchillo, pero me corté la mano y ella también se lastimó.
Aun así, caminó dos pasos hacia atrás y antes de entrar a un cuarto me dijo: ‘Nunca me harás daño porque me quieres demasiado’. Le contesté: ‘Ya conociste mi lado bueno y en este momento conocerás mi lado malo’.
“En eso me ofusqué y ya no supe más, reaccioné cuando le estaba clavando el cuchillo y la vi caer inerte, respirando trabajosamente, muriendo en ese instante. Es cuando tomé la determinación de hablar a la Policía y entregarme voluntariamente”, indicó.
Manifestó que no estaba arrepentido de lo que había hecho.
“Es todo, señores, júzgueme cada quien a su manera, porque pude huir, porque soy trailero, pero esperé más de una hora para entregarme a las autoridades”, finalizó.
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