Guanajuato.- Juan Carlos Prieto Meza, un niño de 11 años de edad, corre el peligro de quedar inválido luego de ser víctima de abusos por parte de sus compañeros de clase, en una escuela primaria de la capitaldel estado.
El acoso llegó al grado de que en abril pasado, el estudiante fue pateado brutalmente, quedando postrado en cama, con movilidad mínima en sus piernas. Según los médicos, el niño presenta inflamación en la médula desde el cerebro hasta la cadera.
No era la primera vez que Carlitos, como le dicen de cariño, sufría de abusos por parte de sus compañeros, incluso había modificado su conducta. El problema es que desde preescolar era víctima de burlas, bromas y golpes. Y nunca dijo nada a sus padres.
Y es que Carlitos padece déficit de atención y fue esa diferencia con los demás, lo que desató el rechazo del resto de los estudiantes de la primaria Juventino Rosas, situada en la comunidad Cañada de Bustos.
Los padres de la víctima recordaron que el niño era molestado por los otros desde muy pequeño. Se quejaba porque los estudiantes no querían jugar con él y simplemente no le dieron importancia al aviso. Pero ya en la primaria, las burlas se transformaron en golpes.
El tiempo pasó y proporcionalmente aumentaron las agresiones, hasta que el pasado mes de abril, al llegar de la escuela, Carlitos se quejó de un intenso dolor en la espalda. Ese día por la tarde comenzó a vomitar, le dio fiebre e incluso, comenzó a tener dificultades para caminar.
Al día siguiente Carlitos se quedó en cama. Y los días siguientes también. No podía mover las piernas, “caminaba como borrachito” dijeron sus padres, luego lo llevaron al hospital donde les dijeron que por la inflamación de medula que presenta no saben si volverá a caminar.
En días pasados los padres finalmente denunciaron a las autoridades este hecho, “Yo no quiero que a otros niños les pase lo que le pasó a mi niño, por eso vinimos a decir que no queremos que esto les pase a otros niños” dijo Nicolasa Meza, madre del menor lesionado.
Fue gracias al apoyo de Susana Greenwell, presidenta de la Asociación Mexicana de Padres de Familia, que el menor recibe atención médica y ha comenzado a rehabilitarse. “Mi niño no se podía parar, él ahora se sienta, pero no se podía ni siquiera sentar, al agarrarlo de sus hombritos es como lo podemos sacar a caminar”, agregó la madre.
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