nota y foto ''la policiaca''
Nuevo León.- Cansada de soportar las agresiones y torturas que sufrió a manos de su padre durante cuatro años, una niña quien ahora tiene ocho años de edad, escapó de su casa y horas después logró que las autoridades capturaran a su verdugo, quien junto con su madre fueron recluidos desde el pasado lunes en el penal del Topo Chico.
La triste y trágica historia de la pequeña Perla se descubrió el pasado 29 de enero, cuando la menor escapó de su domicilio ubicado en la colonia Del Maestro, en Monterrey. Y es que un día antes, su violento padre la había pateado en la nariz mientras estaba acostada en el suelo, tan solo para que se levantara a lavar unos platos sucios.
Al día siguiente de la última agresión a patadas y cansada de los maltratos, la niña, que no acude a la escuela, abandonó su casa, librándose así del yugo que vivía al lado de su papá Rosendo Ramos Rubio, de 31 años, de oficio albañil, quien en mayo del año pasado se había separado de su madre Judith Hernández Medina, de 28 años.
La menor deambuló varias horas hasta que recibió ayuda de una pareja de ancianos que se la entregaron a elementos de Fuerza Civil, quienes a su vez la llevaron con el juez calificador que detectó el maltrato infantil que padecía, por lo que de inmediato dejó el caso en manos de personal del DIF Capullos, donde la examinaron médicamente.
Durante la inspección médica notaron que la menor tenía cicatrices de quemaduras en lengua, labios, en el interior de la boca y en sus partes íntimas, las cuales fueron causadas presuntamente por Ramos Rubio condescargas eléctricas que le aplicaba con dos cables que conectaba a una toma de corriente, algunas veces con la ayuda de la madre.
Vieron que la niña presentaba una deformidad en la oreja izquierda, y cerca de esa misma área tenia desprendimiento de cabello, cuando se le preguntó que le había pasado, ella comentó que su padre se la había doblado hasta que le tronó, además de una patada que le dio en su pierna izquierda, la cual le provocó una fractura por lo que no puede caminar bien.
A las lesiones que mencionó la menor, se sumaron otras detectadas por los médicos que la analizaron, quienes se percataron que le faltaban varias piezas dentales a consecuencia de un puñetazo que recibió y parte de cuero cabelludo que le arrancó a estirones, dijo que su mama había visto que ella sangraba pero que no la llevó al médico.
La menor recibía diversos golpes a cintarazos, con una vara y un mecate, por lo que presenta múltiples cicatrices en el cuerpo. Según la versión de la niña, su padre le quemó los brazos y las piernas con cigarros encendidos y en una ocasión le puso la mano sobre un comal caliente, además de quemarla con aceite en varias partes del cuerpo.
La única ocasión en que sus padres la llevaron a un hospital fue cuando se estaba ahogado en un río, a donde entró porque se lo ordenó su papá para que recogiera una bolsa con ropa que estaba lavando. Para evitar que les preguntaran por las lesiones que presentaba la niña, los padres nunca la inscribieron en una escuela y por ello no sabe leer ni escribir.
El día 30 de enero, Ramos Rubio acudió a reclamar a su hija por lo que fue detenido y llevado al ministerio público para ser interrogado, ahí admitió que era cierto lo que su hija decía. La madre también fue detenida y aseguró estar separada de Ramos Rubio luego de 9 años de matrimonio porque el hombre la golpeaba y maltrataba.
Aunque todo lo declarado está acreditado con diversas pruebas periciales, los acusados se apegaron a los beneficios del artículo 20 al rendir su declaración preparatoria ante el juez quinto penal de Monterrey. Dichojuzgador les giró la orden de aprehensión por equiparable a la violación, violencia familiar y lesiones cometidas en contra de un menor de 12 años.
Rosendo Ramos Rubio fue notificado del ordenamiento en la casa del arraigo, donde se encontraba bajo investigación desde el día que trascendieron los hechos y Judith Hernández fue arraigada en cumplimiento a lo dispuesto por dicho juzgador.
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