Oaxaca.- Lo que parecía el robo de un recién nacido resultó ser un Filicidio por parte de Salvador Julián Gómez, de 24 años de edad, quien después de confesar que asesinó a su bebé y tirar su cuerpo en un predio baldío, la tarde de éste jueves llevó a los investigadores al lugar donde lo arrojó.
Personal de la agencia del Ministerio Público adscrito al Centro Histórico se trasladó al lugar indicado por el hombre para realizar las diligencias y ordenó que el cuerpo sin vida del recién nacido fuera llevado al anfiteatro de la ciudad capital, donde confirmaron que murió asfixiado.
La historia
El pasado miércoles 19 de junio, Salvador Julián provocó una gran movilización de las corporaciones policiales al denunciar el “robo” de su hijo recién nacido, quien presuntamente le había sido arrebatado por dos sujetos, cuando caminaba junto con su esposa Jovita Martínez García, de 20 años.
En su declaración ante el agente del Ministerio Público, el hombre dijo que todo había ocurrido entre las 12:00 y 13:00 horas, luego de haber dejado la clínica particular “Betesda”, ubicada en la colonia Reforma, lugar donde asistieron a su esposa en el nacimiento de su primogénito.
El joven padre aseguró que al caminar frente a una farmacia que se ubica sobre esa misma calle, fue abordado por dos sujetos jóvenes y uno de ellos se dirigió directamente hacia él para arrebatarle al bebé y enseguida escaparon corriendo sobre la calzada Héroes de Chapultepec.
Luego del robo, supuestamente el matrimonio se dirigió a su domicilio en la comunidad de Pensamiento Liberal Mexicano de San Miguel Peras, Zaachila, para dar aviso a sus familiares y más tarde, aproximadamente a las 17:00 horas, regresaron a la capital para presentar la denuncia ante el MP.
A los agentes investigadores, desde un principio les llamó la atención que Salvador Julián y su esposa tardaran muchas horas en denunciar el robo de su hijo recién nacido, ya que nunca solicitaron el apoyo de la policía, pese a que al supuesto momento del robo, policías circulaban en la avenida principal.
El campesino mencionó que se había trasladado a su comunidad de origen, sin embargo, al checar los tiempos de viaje, éstos no correspondían a lo asegurado por el padre del recién nacido. Por ello, desde un principio fue el principal sospechoso de la desaparición del bebé y los agentes lo interrogaron varias veces.
Ya entrada la noche de ese mismo miércoles, el agente del Ministerio Público junto con peritos realizaron una inspección ocular donde ocurrió el robo con la finalidad de obtener más indicios y tratar de localizar a los presuntos responsables
Con la intención de alertar a la ciudadanía y evitar que el bebé saliera del ámbito territorial, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) emitió la alerta Amber y alertó a las corporaciones de todo el país. Ello, con la intención de difundir la imagen y características del bebé para su más pronta localización y recuperación.
Confiesa el crimen
Tras arduas labores de investigación por parte de los elementos policíacos y después de varios interrogatorios, la versión del robo se vino abajo y el padre finalmente confesó que mató al bebé y lo llevó a tirar a un predio baldío.
El hombre confesó que el día de los hechos tomó al recién nacido y se lo llevó, con el conocimiento de la madre. Luego, dijo, metió al recién nacido en una bolsa de plástico y se sentó sobre él, hasta que dejó de moverse y llorar.
De acuerdo a lo trascendido, el crimen cometido por Salvador Julián Gómez, se debió a que dudaba de la paternidad del recién nacido, ya que acusaba a su esposa Jovita Martínez García, de haberle sido infiel.
Ante la confesión, la tarde de éste jueves personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado se trasladó al lugar y junto con peritos localizaron al bebé en estado de putrefacción, al tener una semana de muerto.
Los padres del recién nacido asesinado quedaron a disposición del agente del Ministerio Público de la Dirección de Averiguaciones Previas, donde se determinará su situación jurídica.
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