Sentencian a 23 años de cárcel, a sujeto que mató a su hijo de un año y cuatro meses

NOTA Y FOTO ''LA POLICIACA''

Asesinó a golpes a su hijo, un pequeño de un año y cuatro meses de edad, porque aseguraba que su padre era otra persona, la justicia le ha llegado, serán más de 23 años los que deberá pasar en prisión, por este aberrante delito, registrado el pasado mes de abril del 2012

Aguascalientes.- El Juez Quinto de lo Penal, dictó sentencia condenatoria en contra de Francisco López García, de 25 años, por el delito de homicidio doloso calificado, con las agravantes de alevosía, ventaja, premeditación, brutal ferocidad y relación de parentesco, en agravio de su hijo Edwin, que tenía un año y cuatro meses, cuando lo asesinó.

Los hechos se registraron el miércoles 11 de abril del 2012 cerca de las 17:40 horas, cuando personal médico de la Clínica Dos del Seguro Social, solicitó la intervención del Ministerio Público, para que tomara cocimiento de la muerte de un pequeño que había arribado a ese nosocomio y que presentaba un golpe en la base del cráneo que le había privado la vida.

De inmediato, se trasladaron al citado nosocomio elementos ministeriales y del Servicio Médico Forense y comprobaron que efectivamente, un menor se encontraba sin vida y tenía varios hematomas en todo su cuerpo. El menor fue trasladado al SEMEFO mientras que los padres fueron trasladados al edificio policial para su investigación.

En el interrogatorio, Francisco López, en primera instancia, dijo que al estarse bañando se había resbalado con un charco de agua y había caído encima del niño, y que al verlo que comenzaba a convulsionarse, le aplicó varias compresiones torácicas, hasta que solicitó el auxilio de los servicios de emergencia para trasladarlo a recibir atención médica.

Pero cuando el personal de la Dirección de Servicios Periciales entregó el resultado de la necropsia, se comprobó que el niño presentaba golpes de días anteriores, y que la causa de la muerte era un traumatismo de cráneo severo, por lo que de nueva cuenta los investigadores cuestionaron a Francisco, quien terminó por confesar que él lo había asesinado.

Confesó que lo había golpeado porque le tenía coraje al niño, porque consideraba que era producto de una infidelidad de su esposa, esto debido a que durante el tiempo de la relación con su mujer en tres ocasiones se separaron y que la última vez que regresaron la vio embarazada, por lo que dudaba que el niño fuera de él.

Al comenzar a describir la forma en cómo lo había golpeado, dijo que desde días anteriores le había comenzado a pegar en su cabecita, después estrelló su cara contra una puerta, y luego le dio un puñetazo en el mentón, lo que le provocó una herida en su maxilar inferior, pero que nunca se le había pasado la mano.

Dijo que el día de los hechos, decidió meterlo a bañar aprovechando que su pareja no estaba, y que primeramente pensó en ahogarlo, introduciéndole su cabeza en la tasa del baño, pero que se arrepintió y lo cargó y le comenzó a reclamar que la relación con su pareja estaba mal por su culpa, esto le provocó que sintiera mucho más coraje.

Acto seguido, lo tomó de sus pies lo alzó hasta una altura de 1.80 metros aproximadamente y lo dejó caer contra el piso, provocándole la lesión en su cráneo y al ver que el niño se convulsionaba, le dio los primeros auxilios. Al comprobar que no reaccionaba, solicitó una ambulancia que lo llevó al Seguro Social, donde minutos después le informaron que había muerto.

Al ser cuestionada la madre, identificada como Viridiana Cortés Suárez de 22, ésta señaló que había tenido constantes problemas con su pareja, debido a que se habían separado en tres ocasiones, y que en cada ocasión que Francisco le pegaba al niño le reclamaba las agresiones al menor, pero no pensó en denunciarlo, por lo que también fue detenida por los ministeriales.

Francisco López García y Viridiana Cortés Suárez, fueron arraigados y al concluir la medida cautelar, la mujer fue dejada en libertad, al comprobarse que nada tenía que ver con la muerte de su hijo, mientras que a su pareja le giraron la orden de aprehensión por lo que fue recluido al CERESO, luego se le dictó el auto de formal prisión.

Luego de que a través de los exámenes de ADN, se comprobara que él era el padre del menor y su culpabilidad en el crimen, el Juez Quinto de lo Penal, le dictó la sentencia condenatoria de 23 años y 9 meses de prisión, que deberá cumplir en el CERESO de El Llano, así como al pago de 86 mil 256 pesos, como reparación del daño y más de 14 mil pesos por concepto de multa.