“Rosarito Blues”, Gerardo Díaz Valles
Moneda
Mientras que en las filas del PRI de Rosarito reina el descontrol y el desánimo, sólo unos cuantos se animan a dar la cara para manifestar su “Orgullo Tricolor”, una de ellas es la ex diputada Mayra Robles Aguirre, quien nunca perdió la sonrisa y en su cuenta de Facebook destacó que “los verdaderos priístas están de fiesta”. Esto al felicitar al joven Salvador Sánchez, esta vez fue colocado primero en la lista de diputados plurinominales y su nombramiento como Diputado por Rosarito, se hace oficial justo en el día de su onomástico. Y es que la traición fue la “moneda de cambio” y se coló como la humedad por todas partes. Por cierto que en nuestro poder tenemos el listado de buen número de tricolores “de toda la vida” quienes la tarde del 5 de junio se agolparon en el bunker panista para festinar la pírrica victoria de Mirna Rincón y curiosamente la mayoría de ellos en su momento fueron parte del equipo del ex alcalde Javier Robles Aguirre, con lo que se confirma el “cobro de facturas” y se hace realidad una vez más en Rosarito, aquello del “voto cruzado” en contra de la hija mayor del ex munícipe Hugo Torres Chabert…Por el lado de los candidatos opositores, el único que se animó a decir “esta boca es mía” fue nada menos que Roberto “Un Tal” Esquivel, candidato del partido Morena en el Rancho para el trienio 2016-2017 y quien insistió que el único vencedor absoluto vuelve ser el terrible abstencionismo, el desánimo y el rechazo ciudadano hacia los políticos de siempre, quienes hoy hicieron “hasta lo imposible” por no perder “la chuleta”, como fueron la larga lista de marrullerías, mapachadas, amenazas y toda clase de anomalías que ya fueron denunciadas tanto a la FEPADE, como a una comisión especial en el Senado de la República. Esquivel Fierro, asentó que “cuando la perra es brava hasta a los de la casa muerde”, como fue el caso de los jaloneos que policías municipales dieron al equipo del comandante Raúl Paredes Esquer, abanderado del PEBC, agresiones que la mentó, alcanzaron a su vástago mayor, un jovencito estudiante destacado de la Preparatoria Rosarito, por lo que insistió que no se vale tanta porquería con la que se manchó lo que algunos insulsamente quisieron hacer creer que fue “una gran fiesta democrática”. Traiciones que en el mismo Morena no se hicieron esperar orquestadas estas por el auto llamado dirigente estatal de esa franquicia, Jaime Bonilla Valdez quien envió como infiltrados a un buen número de pri-panistas, disfrazados de Morena y quien “se juraban más pejistas que el Peje”, pero al final mostraron su verdadera careta de traidores de toda la vida, asentó.
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